domingo, 19 de marzo de 2017

HABITOS DEL PENSAMIENTO



EL MIAP señala que enseñar a pensar significa mejorar la calidad del pensamiento a través de la instalación de una serie de hábitos mentales que se hacen parte de nuestro racionamiento habitual y nos permiten altos niveles de autonomía personal. Estos hábitos los podemos clasificar en tres grupos:
Hábitos del pensamiento
crítico:
Hábitos del pensamiento creativo:
Hábitos del pensamiento metacognitivo:

 Ser preciso y buscar la precisión.
 Ser claro y buscar la claridad.
 Restringir la impulsividad.
 Tomar una postura cuando la situación lo requiere.
 Tener una mente abierta.
 Ser sensible a los sentimientos y conocimientos de los demás.

 Persistir en una tarea aun cuando la respuesta no surge en forma inmediata.
 Superar los límites de su conocimiento.
 Generar, confiar y mantener los propios estándares de evaluación.
 Generar nuevas maneras de mirar una situación
 Ser flexible para aceptar soluciones diferentes .

 Tomar conciencia del propio razonamiento
 Planificar.
 Evaluar los cursos del pensamiento
 Evaluar la eficacia de sus acciones.

Los hábitos del pensamiento como cualquier hábito necesitan una enseñanza intencional y explícita y mucha ejercitación. Su tratamiento pedagógico debe incluirse entre los objetivos transversales, por lo que su enseñanza debe ser permanente y en todos los ámbitos de la vida escolar. 

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